Cuando las palabras no alcanzan
Soy una persona que tiene un problema con la pérdida en general, y en consecuencia con la muerte. Considero que la pérdida, así sea de un trabajo, una relación o un ser querido, es una de las experiencias más difíciles de gestionar para mí; y seamos sinceros, para la mayoría de las personas.
No importa cuánto nos pase en la vida, creo que nosotros como especie nunca nos acostumbramos a perder.
Podemos volvernos más tolerantes a ella, aprender técnicas de resiliencia, incluso tomar la experiencia para aprender algo en el camino y convertirnos en mejores personas. Pero perder será por siempre una experiencia desagradable a la que preferimos no ser expuestos.
Hoy, una persona cercana a mí, perdió a una persona cercana a él. Cuando esto sucede a mi alrededor, nunca encuentro las palabras correctas. Quizás porque yo, de manera muy personal, creo que en situaciones como esta no hay palabras correctas. También, soy alguien que en algún momento tuvo que superar un trauma relacionado a la muerte y por ende es un tema que me toca profundamente, aún cuando no tenga que ver directamente conmigo.
Es de las pocas ocasiones en la vida en las que no sé qué decir. Las palabras no salen de mi corazón o de mi mente porque las palabras no alcanzan.
Igual las digo, doy el pésame, ofrezco mi apoyo y compañía sincera. Lo mínimo. Lo menos que puedo hacer. Porque aún cuando lo que sea que digamos no sea suficiente, las palabras importan y tienen poder.
Desearía poder saltarme el sufrimiento de la vida, pero entonces pocas cosas tendrían sentido. Gracias por leer.