Ginoz Blog

¿Estás acostumbradx a que hagan algo bueno por ti?

Qué difícil es aceptar que alguien nos pague una comida. Que nos haga el favor de llevarnos en su auto a otro lado. Que limpie por nosotros. Que nos prepare el desayuno o nos cuide a las mascotas unos días. Qué difícil es aceptar hasta un cumplido. ¿Por qué la necesidad de ser modestos?

¿Por qué no nos sentimos merecedores de esa ayuda o gesto?

Cada vez que rechazamos una acción amable, le estamos negando a la otra persona la posibilidad de hacer algo noble por los demás. ¿Lo habías pensado así?

Es extraño cómo la primera reacción que muchas personas tienen, es la de evitar a toda costa que se culmine la buena acción. No toman el dinero de la mano, empujan el plato hacia otro lado, cierran la puerta del auto y corren en dirección contraria (esto último está muy bien si estás evitando ser secuestrado). Qué egoísta de su parte.

Comer, beber, moverse, rezar y coger. Pero la cosa no termina ahí. Se nos olvida seguido un pequeño detalle. Para sentirnos realizados como seres humanos, también debemos hacer algo por los demás de vez en cuando.

Un favor, reconocer el talento ajeno, invitar a un buen amigo a comer, una limosna altruista; estos son solo ejemplos (flojos) de cosas que podemos hacer por los demás para alimentar nuestra espiritualidad y conexión con el mundo.

Si lo quieres llevar al siguiente nivel, siempre puedes hacer voluntariado, organizar colectas y educar a personas con menos oportunidades que las tuyas. Si eres de estas personas, tienes todo mi respeto.

Y aunque en tu cabeza creas que en algún momento te van a cobrar el favor, reprochar o incluso que lo hacen por lástima (a lo mejor saben que te quedan solo unas cuantas monedas para sobrevivir el resto de la quincena), la realidad es que la otra persona se ofrece a hacerlo porque quiere hacerlo.

(Casi) Nadie levanta la mano cuando no quiere. Y si lo hacen, ese no es tu problema. No eres adivino. No puedes saber que le andan jugando al people pleaser.

Pero mucha atención, que aceptar la buena acción del otro no es igual a estar pidiendo favores. A nadie le cae bien esa gentuza que para todo quiere andar chingando a los demás porque no puede hacerse valer por sí mismo.

Prohibido confundirse.

Acepta la comida, acepta el favor, acepta el dinero y, te lo suplico, acepta el jodido cumplido. Si crees que no te lo mereces, mejor no digas nada, y comienza a creértelo. No le robes al otro la satisfacción de hacer algo bueno por los demás.

🤲 Aceptes o no, no le debes nada a nadie. Gracias por leer.

Reply via email

#100daywriting #ensaladadeletras #esp